Cuando se dice que un trastorno relacional "no se refiere a una alteración individual en una persona, sino a una disfunción en la relación entre dos o más personas", se está señalando que el problema no es el resultado de una condición psicológica o emocional en un solo individuo, sino que surge debido a las dinámicas problemáticas dentro de la interacción entre los miembros de una relación.
En otras palabras:
Ejemplo:
Imaginemos una relación entre un padre y un hijo adolescente. Si el padre es muy crítico y el hijo se siente incomprendido y resentido, ambos pueden tener problemas emocionales, como ansiedad o enojo, pero el problema central no radica exclusivamente en el padre o en el hijo, sino en cómo se relacionan entre ellos: el padre no es accesible emocionalmente y el hijo responde con rebeldía. Esto sería un trastorno relacional porque la disfunción está en la relación, no en uno de ellos específicamente.
Por tanto, un trastorno relacional señala que el problema está en el patrón de interacción entre las personas involucradas, en lugar de ser un problema de salud mental individual. Para mejorar la situación, se trabaja en la relación, en cómo las personas se comunican y se vinculan emocionalmente.
Bibliografía sugerida:
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